Robo de 170 millones de números de tarjetas de débito y crédito.
jueves, 20 de agosto de 2009
Agosto de 2009, 10h37
El caso de pirateo informático muestra la vulnerabilidad de EEUU Los consumidores y las compañías de Estados Unidos son vulnerables a los piratas informáticos y los robos de identidad, pese a que las autoridades hayan arrestado a un hombre que afirman que es el responsable del robo de 170 millones de números de tarjetas de débito y crédito.
Los consumidores y las compañías de Estados Unidos son vulnerables a los piratas informáticos y los robos de identidad, pese a que las autoridades hayan arrestado a un hombre que afirman que es el responsable del robo de 170 millones de números de tarjetas de débito y crédito.
Las estimaciones sobre el impacto financiero total de las violaciones de seguridad varían, pero un estudio de Forrester Research fija el coste en entre 90 y 305 dólares (entre 61 y 207 euros) por cuenta afectada, considerando los gastos en actualizaciones, aviso a los consumidores y gastos legales y publicitarios.
"Bajo nuestras leyes bancarias, son las instituciones financieras las que deberán pagar por el uso fraudulento de tarjetas de crédito. Para nosotros los consumidores son responsables de 50 dólares y el resto corresponde al emisor de la tarjeta", dijo Joel Reidenberg, profesor de la Escuela de Derecho Fordham que enseña leyes de privacidad.
Los bancos, a su vez, pasan los costos a los minoristas como multas y comisiones.
El lunes, tres hombres fueron acusados de robar más de 130 millones de números de tarjetas de crédito y débito en lo que las autoridades de Estados Unidos han dicho que sería el mayor caso de piratería informática y robo de identidad que haya sido juzgado en Estados Unidos.
El ex informante del Gobierno Albert Gonzalez, de 28 años y quien está en prisión por su relación con otro caso de piratería informática, ha sido acusado de orquestar el robo. Fue acusado junto a dos rusos de conspirar para lograr acceso no autorizado a ordenadores, de cometer fraude en relación con las computadoras, de dañar ordenadores y de conspiración para cometer fraude electrónico.
Los fiscales no han dado a conocer los nombres de los rusos.
Los números fueron robados en esas violaciones al procesador de tarjetas de crédito Heartland Payment Systems y a las cadenas minoristas 7-Eleven y Hannaford Brothers, una filial del belga Delhaize, dijeron los fiscales. Ellos dijeron que los hombres atacaron a otras dos corporaciones, a las que no identificaron.
Los abogados de Gonzalez no respondieron a los llamamientos para realizar comentarios.
Gonzalez se declaró inocente el año pasado de los cargos de violar los sistemas de varios minoristas importantes, entre ellos TJX Cos. Los fiscales han dicho que en el caso de TJX se robaron 41 millones de números de tarjetas.
El acusado habría violado la seguridad de redes informáticas de compañías que afirman cumplir con las duras normas establecidas por la industria de proceso de pagos.
Sus supuestos delitos corresponderían a la mayoría de las cuentas comprometidas, que según Privacy Rights Clearinghouse - una organización sin ánimo de lucro de San Diego -, alcanzan los 263 millones.
Pero Beth Givens, directora ejecutiva de Privacy Rights Clearinghouse, cree que esa cifra es sólo una fracción de las cuentas afectadas.
Añadió que muchas compañías nunca revelan que fueron atacadas o no aportan la cifra total de cuentas o tarjetas afectadas.
La mejora de la seguridad del pago con tarjetas y quién debería pagar por ello se ha convertido en un tema fundamental para minoristas, bancos y consumidores en todo el mundo.
Los expertos dicen que la debilidad en un eslabón de la cadena pone en riesgo a todo el sistema, porque las redes de pago están interconectadas.
Ejecutivos de Visa y Mastercard, las dos mayores redes de tarjetas del mundo, no estuvieron disponibles para realizar comentarios.